Uber, la economía compartida y la mejora de servicios

Esta noticia me lleva a querer comentar sobre el tema de “Uber” en Puerto Rico.  La nota elabora sobre lo acontecido el pasado mes de marzo, donde “se derrotó el proyecto de ley en el Senado, luego de que se incorporara un enmienda para prohibir expresamente la entrada en el País de empresas como Uber, que es una tecnología que viabiliza coordinar servicios de transportación de persona a persona mediante una aplicación o por mensaje de texto.”

El proyecto es del senador Antonio Fas Alzamora y la nota dice que el senador Ángel Rosa llamó a retomar la discusión del proyecto derrotado que buscaba crear una ley sobre empresas de transporte mediante la red o aplicaciones móviles y regular la operación de ese tipo de empresas.

Sugiero que la discusión gire en torno a preguntas como:

¿Porqué los Taxis aún manejan el sistema de turno de la manera que ven en la foto?  Un negocio no puede sobrevivir de esta forma, no hay excepción.

¿Qué ha hecho la industria de taxistas para mejorar el acceso a un taxi a través de una aplicación móvil?

¿Porqué los Taxis en Puerto Rico no tienen una aplicación móvil?

¿Para cuándo la van a tener?

¿Porqué no pueden adoptar un sistema como YAXI.mx (para taxis en méxico) que facilite el transporte en Puerto Rico?

En México, por ejemplo, fueron los propios taxistas quienes lanzaron la aplicación Yaxi.mx, facilitando solicitud de servicio, monitoreo por GPS y estimado de llegada.

Si la industria revisa el sistema propio de ellos para mejorarlo, no importa si UBER u otro llega a Puerto Rico, porque el buen servicio siempre está en demanda.

El Gobierno tiene la siguiente pregunta que responder cuando analizen nuevamente este proyecto:

¿Que tipo de empresas quieren fomentar?  Vamos a fomentar las que agreguen valor y proveen mejor servicio.

La respuesta no es ir en reversa evitando la entrada de nuevos servicios; en vez, vamos a crear y apoyar las empresas que agreguen valor a la gente – si esta es la meta, no hay nada más de que hablar.

Las empresas que proveen mal servicio deben ser reemplazadas por compañías que fomentan un ingreso del cual se pueda vivir y una mejorar calidad de servicio.  Las compañías no deben influenciar protecciones legales que impidan la mejora a un servicio, más aún cuando el servicio que proveen es deficiente.