Miradas privilegiadas: Acceso, tráfico y movilidad en el Viejo San Juan

Vamos a comenzar con lo bueno:

El Comandante Marcano lidera la policía estatal en el Viejo San Juan con un destacado sentido de empatía, amabilidad, comprensión y accesibilidad. Su liderazgo y presencia han beneficiado enormemente a los residentes que han interactuado con él y le han presentado sus situaciones, las cuales son escuchadas y atendidas dentro de los límites permitidos.

Como ejemplo de su compromiso, durante las protestas que resultaron en el cierre de la calle San Francisco, el Comandante Marcano se esforzó por ajustar la posición de las vallas para permitir el acceso al local comercial “Filtrado”, ubicado justo en la bajada. Aunque el negocio enfrentó pérdidas debido al acceso restringido durante las protestas, en varias ocasiones fue posible reubicar las vallas para minimizar el impacto en su actividad comercial. Además, el Comandante ha emitido órdenes para facilitar el acceso de los residentes, asegurando que puedan llegar a sus destinos a pesar de los desafíos que puedan surgir por situaciones adversas.

Gracias a la gestión del comandante Marcano y el dedicado esfuerzo de todos los oficiales bajo su mando, quienes en su gran mayoría son ejemplares servidores públicos, hay mejor calidad de vida y servicio policiaco en el Viejo San Juan.

Ahora, el resto:

Cuando mencionas a un residente de San Juan que vives en el Viejo San Juan, lo más común es recibir respuestas como: “¿Pero cómo soportas esos tapones?” Y si consultas a la Oficina de Urbanismo sobre una inquietud, te preguntan: “¿Por qué no te has mudado ya de aquí?” Esta reacción subraya una desconexión: tanto los residentes externos como los empleados gubernamentales que disfrutan de privilegios especiales de acceso parecen haber ignorado las dificultades que enfrentan quienes viven y trabajan en el Viejo San Juan, mostrando poco interés en mejorar la situación. Los medios frecuentemente lamentan que el Viejo San Juan se haya transformado en un enclave de Airbnb, pero quienes hacen esos comentarios no residen en el área y no comprenden plenamente las causas de los problemas actuales.

Para los empleados gubernamentales los desafíos cotidianos del Viejo San Juan son menos palpables, dado que cuentan con estacionamientos reservados exclusivamente para ellos. Esto incluye a asistentes, jefes de recursos humanos, directores financieros, secretarios auxiliares del Departamento de Estado y miembros de la Legislatura Municipal, entre otros funcionarios de alto rango, quienes tienen garantizado un lugar donde estacionar, aliviando considerablemente su experiencia diaria en comparación con la de residentes y comerciantes locales.

Primer Paso para Revitalizar el Viejo San Juan: Reforma del Estacionamiento

Una medida clave para contrarrestar el despoblamiento del Viejo San Juan sería eliminar los estacionamientos reservados para todos los empleados gubernamentales. Proponemos que estos empleados estacionen en zonas periféricas (desde la Puntilla y Covadonga, hasta el Distrito de Convenciones y la estación de Sagrado Corazón) y utilicen el servicio personal de movilidad que ya tienen, el trolley y el transporte colectivo para acceder a sus oficinas. Esta iniciativa, que ya estaba en funcionamiento en 1987, podría revitalizarse para fomentar un acceso más eficiente y menos congestionado a los edificios administrativos, incentivando así el desplazamiento a pie y el uso de transporte alternativo entre los funcionarios.

Actualmente, existe un servicio privado destinado únicamente a los empleados gubernamentales que no tienen el privilegio de estacionar directamente frente a sus edificios. Estos empleados tienen acceso a estacionamientos exclusivos en áreas como el Motor Pool y en Puntilla y Covadonga, donde ya no hay espacio disponible para negocios interesados en pagar estacionamientos de abonados. Hay comercios que no consiguen empleados, hay edificios que no consiguen inquilinos, dado a la falta de estacionamiento para abonados.
Pero si eres empleado del gobierno, tienes estacionamiento y se le proporciona transporte colectivo financiado por los contribuyentes. Este servicio incluye rutas que atraviesan el Paseo la Princesa, una zona donde está prohibido el tránsito de patines, bicicletas, scooters, o cualquier otro vehículo, con la excepción de este transporte colectivo oficial. Este arreglo resalta la necesidad de reevaluar las políticas de transporte y acceso para promover una mayor equidad y eficiencia en el uso de los espacios públicos.

Segundo Paso para Revitalizar el Viejo San Juan: Expansión y Equidad en el Transporte

Para abordar el despoblamiento en el Viejo San Juan, es crucial que La Fortaleza revise su póliza de seguros y permitan que su machina de carritos de transporte esté disponible para todos los empleados de negocios en la zona, no solo para un grupo selecto. ¿Cuál es el impedimento para lograr que esto pase?

Se propone formalizar y expandir este servicio, aprovechando el éxito del programa piloto ya existente. La expansión de “la machinita de la Fortaleza” mejoraría significativamente el acceso y la movilidad, reduciendo la dependencia del transporte privado y aliviando la congestión.

Adicionalmente, se debe eliminar el uso exclusivo del Paseo la Princesa por parte del transporte colectivo gubernamental. Esta práctica asusta e intimida al público mientras pasean por una de las áreas más emblemáticas del Viejo San Juan y refuerza una percepción de privilegio injusto. Fomentar un acceso más abierto y equitativo fomentaría una mejor integración de la comunidad.

¿Cómo es la situación al intentar salir del tapón? Para los vehículos oficiales, los tapones son prácticamente irrelevantes, ya que se les facilita la salida deteniendo el tráfico. Por ejemplo, en una ocasión, una motora de la policía detuvo el tráfico en la intersección de las calles Caleta y Cruz, permitiendo que un vehículo gubernamental girara en dirección contraria al flujo normal para salir por la calle Luna.

Es revelador el contraste en el trato entre los ciudadanos comunes y los funcionarios privilegiados en el Viejo San Juan. Mientras que las decisiones unilaterales han eliminado el estacionamiento frente a las canchas de baloncesto y tenis, una práctica habitual para los ‘seniors’ que se reunían para jugar los fines de semana, estos residentes ahora se ven forzados a buscar estacionamiento a distancia y caminar, sin ningún tipo de transporte alternativo disponible para ellos.

En cambio, los empleados del gobierno y la uniformada disfrutan del privilegio de estacionar incluso sobre las áreas verdes en los predios adyacentes al parque. Esta disparidad en el acceso y los privilegios no solo es injusta, sino que también desalienta a los residentes locales de frecuentar y disfrutar del Viejo San Juan, contribuyendo así al despoblamiento de esta histórica área. Esta situación subraya la necesidad de políticas más equitativas que no solo favorezcan a unos pocos, sino que promuevan la inclusión y el bienestar de toda la comunidad.

La inequidad en el acceso al estacionamiento en el Viejo San Juan presenta un claro desafío para quienes prestan servicios esenciales. Los trabajadores como handyman, reparadores de aires y carteros y choferes de UPS a menudo incurren en infracciones, como bloquear rampas para discapacitados, debido a la escasez de espacios adecuados para estacionarse mientras realizan sus entregas. Mientras un Legislador Municipal tiene su estacionamiento reservado, el que da servicio de aire de rondas infructuosas buscando donde aparcar. Esta falta de consideración hacia las necesidades prácticas de estos profesionales no solo resulta en multas costosas sino que también complica la logística diaria, aumentando la carga sobre los residentes que deben ajustar sus horarios para recibir servicios en el hogar.

Frente a estas dificultades operativas, muchos propietarios optan por convertir sus viviendas en alquileres de corto plazo a través de plataformas como Airbnb, buscando así una fuente de ingresos más rentable y menos problemática. Este fenómeno acelera el despoblamiento del casco histórico. Esta situación destaca la urgencia de revisar y reformar las políticas de estacionamiento y acceso para equilibrar las necesidades de todos los usuarios del espacio urbano.

Tercer Paso para Revitalizar el Viejo San Juan: Mejora del Estacionamiento para Servicios y Descarga

Una medida efectiva para contrarrestar el despoblamiento y mejorar la logística en el Viejo San Juan sería la creación de zonas específicas de estacionamiento destinadas a vehículos de servicio y descarga. Se propone aprovechar el área actualmente utilizada por la Legislatura Municipal para este fin, dada su amplitud y ubicación central, lo cual facilitaría el acceso y las operaciones diarias de múltiples servicios.

Además, es necesario identificar y habilitar espacios similares en otras áreas del casco antiguo para garantizar que todos los sectores del Viejo San Juan dispongan de accesibilidad adecuada. Esta estrategia no solo aliviaría la presión sobre los residentes y comerciantes que dependen de entregas y servicios regulares, sino que también promovería una mayor eficiencia y orden en el tráfico local.


Esta situación ilustra un problema recurrente en el Viejo San Juan: las restricciones de estacionamiento dificultan enormemente a los trabajadores independientes, como los handyman, que necesitan acceder temporalmente a ciertas áreas para realizar sus servicios. Al tener que estacionar en lugares prohibidos, incluso por períodos breves, se enfrentan a multas severas, lo que les hace reconsiderar la viabilidad de trabajar en esta zona. Aquí vemos a un handyman corriendo con tubos en mano para lidiar con la situación del estacionamiento temporero.

Este escenario desalentador resulta en una disminución de profesionales dispuestos a prestar servicios en el Viejo San Juan, salvo aquellos que tienen garantizado el estacionamiento por atender exclusivamente a oficinas gubernamentales. La situación subraya la necesidad de políticas más flexibles y consideradas que permitan a los trabajadores de servicios realizar sus labores sin el temor a sanciones desproporcionadas, asegurando así el mantenimiento y la operatividad en esta histórica comunidad.


La situación de los empleados en el sector comercial del Viejo San Juan es especialmente crítica, similar a la de otros profesionales de servicios. Sin acceso adecuado a estacionamientos para abonados, muchos trabajadores de restaurantes han optado por soluciones alternativas como adquirir scooters para poder llegar a sus lugares de trabajo. Esta solución, aunque práctica, subraya la falta de infraestructura adecuada para el transporte y estacionamiento en la zona.

La Universidad Carlos Albizu, gracias a su capacidad económica, ha implementado una solución efectiva que incluye el alquiler de un estacionamiento próximo a Hacienda y el uso de un vehículo recurrente para transportar a sus estudiantes. Este modelo podría ser un ejemplo de cómo mejorar la accesibilidad en el Viejo San Juan, no solo para estudiantes sino para todos los trabajadores y visitantes.

En línea con estas necesidades, proponemos la transformación de la calle San Francisco en un corredor dedicado para scooters que conduzca hasta el estacionamiento del Departamento de Estado, fomentando así el uso de vehículos multimodales. Este cambio no solo aliviaría el problema de estacionamiento, sino que también contribuiría a un ambiente más organizado y accesible, mejorando el flujo de tráfico y la calidad de vida de los empleados y residentes del Viejo San Juan. Establecer zonas específicas para estos modos de transporte alternativo puede ser un paso significativo hacia una solución más integral y sostenible para los desafíos de transporte en el área.

    Transformar el Viejo San Juan (VSJ) de un espacio saturado por vehículos que dañan su histórica infraestructura a un vibrante distrito peatonal comienza con adoptar un modelo de transporte inclusivo. Este modelo debe facilitar el acceso tanto a residentes como a trabajadores y proveedores de servicios, permitiendo que lleguen a sus destinos sin complicaciones.

    El primer paso crucial es que los líderes gubernamentales renuncien a sus privilegios exclusivos de estacionamiento y los pongan a disposición de la comunidad más amplia. Propongo que estos funcionarios utilicen el estacionamiento en áreas como Covagonda y se trasladen a sus oficinas mediante el transporte colectivo que ya opera en la ciudad. Además, es vital liberar más estacionamientos para abonados, integrándolos en un sistema de transporte colectivo eficiente, que beneficie a todos los usuarios del espacio urbano.

    Implementando estas medidas, el VSJ podría evolucionar hacia un área más accesible y menos dependiente de vehículos privados, lo que resultaría en una menor congestión y un ambiente más amigable para peatones. Esta visión de un casco histórico revitalizado y lleno de vida no solo mejoraría la calidad de vida de sus residentes y trabajadores, sino que también preservaría su patrimonio cultural para futuras generaciones, haciendo de este un lugar más atractivo para visitantes y turistas.

    Cuarto Paso para Revitalizar el Viejo San Juan: Optimización del Estacionamiento y Transporte

    Para combatir el despoblamiento del Viejo San Juan, es esencial identificar y utilizar todos los estacionamientos viables que puedan soportar un sistema de transporte eficaz hacia el casco histórico. Esto incluye utilizar el estacionamiento del Departamento de Hacienda durante los fines de semana, el de Luis A. Ferré una vez reparado, los del Capitolio y los de los muelles. Además, esta red podría extenderse hasta el Distrito de Convenciones, ofreciendo un servicio de transporte continuo y frecuente. Esta iniciativa podría ser impulsada por el Sr. Stubbe, motivando a la administración actual a incentivar el estacionamiento en este distrito para aliviar la congestión en el casco histórico.

    En cuanto a la percepción del Viejo San Juan, Benjamín Torres Gotay ha comentado sobre cómo el casco ha perdido su esencia, atribuyendo parte del problema a la xenofobia y a los inversores extranjeros que se inclinan por los alquileres de Airbnb. Aunque estoy de acuerdo en que es necesario regular los alquileres a corto plazo, esta medida por sí sola no resolverá los problemas de calidad de vida en el casco.

    Es fundamental reconocer que el Viejo San Juan está saturado de alojamientos Airbnb debido a que las condiciones actuales de vida en el casco histórico presentan desafíos significativos para otros tipos de residentes. Si logramos mejorar estas condiciones, es probable que muchos opten por regresar y reintegrarse a la vida urbana del casco. Sin embargo, mientras estos cambios no se implementen, continuaremos viendo un aumento en el número de propiedades convertidas en alquileres a corto plazo.

    A nivel comercial, las tiendas en el Viejo San Juan se han visto comprometidas, con una tendencia preocupante hacia establecimientos diseñados principalmente para turistas. Este fenómeno ha resultado en una repetición excesiva de tiendas, donde parece que cada tercer local es prácticamente idéntico al anterior. Esta homogeneización no solo disminuye la autenticidad y el atractivo cultural del casco, sino que también limita las opciones para los residentes locales.

    Quinto Paso para Revitalizar la Vida en el Casco de Viejo San Juan:

    Proponemos la peatonalización de las calles Cristo y Fortaleza, creando un paseo peatonal desde la esquina de San Francisco hasta la Fortaleza. Estas calles albergan una gran cantidad de tiendas, restaurantes y son un importante punto de acceso a lugares históricos y culturales. Ver la petición

    • Mejorar la experiencia del peatón: Crear un espacio más seguro y amigable para los peatones, fomentando la interacción social y la apreciación de la arquitectura histórica.
    • Promover el comercio local: Aumentar el flujo de personas en la calle para impulsar el comercio local y la economía del área.
    • Reducir la congestión vehicular: Disminuir la presión sobre las carreteras y el estacionamiento alrededor del Viejo San Juan.

    Plan de Implementación de los cinco puntos mencionados:

    • Consultas Públicas: Iniciar un proceso de consulta pública para involucrar a la comunidad y recopilar opiniones y sugerencias, incluyendo a los residentes y negocios afectados.
    • Planificación y Diseño: Contratar a arquitectos y urbanistas para diseñar la nueva configuración de las calles, incluyendo zonas de descanso, rutas de transporte, áreas verdes, iluminación adecuada.
    • Gestión del Tráfico: Establecer rutas alternativas para el tráfico vehicular y mejorar el acceso al estacionamiento en áreas cercanas.
    • Promoción y Comunicación: Informar a los residentes, comerciantes y visitantes sobre los cambios a través de campañas de comunicación.
    • Monitoreo y Evaluación: Realizar un seguimiento constante para evaluar el impacto de la peatonalización en términos de la economía local, la calidad de vida y la seguridad.

    Se eliminarán todos los estacionamientos exclusivos para vehículos oficiales del gobierno, que están marcados en marrón, así como el uso restrictivo del Paseo la Princesa. Este cambio marca el inicio de una nueva era para el Viejo San Juan, hacia un entorno más funcional e inclusivo para todos sus habitantes y visitantes.

    Es crucial designar un coordinador general para el manejo del acceso al Viejo San Juan, que facilite la comunicación y colaboración entre La Fortaleza, el Departamento de Estado, la Oficina de Gerencia y Presupuesto, la Comandancia, el Capitolio y el Departamento de Hacienda. Este rol será esencial para garantizar una coordinación efectiva del manejo de estacionamientos y el sistema de transporte colectivo. Actualmente, la Oficina de Urbanismo del Viejo San Juan no ha logrado hacer el área completamente accesible para empleados, comerciantes y habitable para sus residentes, evidenciando la necesidad de un enfoque más integrado y eficaz.

    Además, resulta instructivo observar cómo otras ciudades alrededor del mundo gestionan el acceso a sus cascos históricos. Estas áreas suelen tener sistemas de acceso diferenciados que priorizan a los residentes y luego a comerciantes, proveedores de servicios, empleados de negocios, y finalmente, turistas y visitantes. Los métodos incluyen desde calles exclusivas para residentes y vehículos autorizados, hasta zonas completamente peatonales y carriles dedicados para taxis y servicios como Uber. Estas prácticas demuestran la efectividad de implementar restricciones escalonadas para preservar la funcionalidad y el carácter histórico mientras se mantiene la accesibilidad.

    Las plazas están bellamente decoradas con jardines y restaurantes rodeados de abundante vegetación y zonas sombreadas. Las calles, con acceso restringido a vehículos, están siempre llenas de gente. Ejemplos destacados de esta configuración se encuentran en ciudades como Marbella, Granada, Córdoba, Málaga y Sevilla en España, además Palermo en Italia.

    En Córdoba, existen áreas específicas donde sólo los residentes tienen permitido el acceso vehicular. Aquí podemos observar a un residente deteniéndose para presionar el botón que activa el mecanismo para levantar la valla y permitir el paso.

    En Granada, las rutas permitidas para acceder a la Alhambra varían significativamente dependiendo del tipo de vehículo. Mientras que el GPS de un vehículo alquilado sugiere una ruta específica, los taxis y los servicios de Uber tienen acceso a vías más directas.

    En Toledo, los estacionamientos están codificados por colores, lo que facilita la identificación del tipo de vehículo que tiene autorización para usar cada espacio.

    En el Viejo San Juan, el control de acceso nocturno es deficiente. No existen barreras físicas que restrinjan el acceso indebido y no hay personal encargado de supervisar las actividades que se desbordan en la calle Sol. Muchos residentes desean simplemente llegar a sus hogares, estacionar y caminar tranquilamente a sus casas para descansar, pero se encuentran con un ambiente caótico y ruidoso que perturba la tranquilidad del área.

    Punto de acción inmediata: Mejora del Control de Acceso en la Calle Norzagaray

    Es esencial implementar un control de acceso más efectivo en la calle Norzagaray a partir de las 9 p.m. Actualmente, el acceso está regulado por el Teatro Tapia, pero la calle Norzagaray permanece abierta. Para mejorar la seguridad y la gestión del tráfico, la situación debería invertirse: cerrar o restringir el acceso a Norzagaray durante las horas nocturnas, utilizando sistemas de control con personal de seguridad. Esto ayudaría a mantener un entorno más tranquilo y seguro para los residentes y visitantes del Viejo San Juan durante la noche.

    Conclusión:
    Estamos en un año de elecciones. Es crucial votar por aquellos candidatos que demuestren un interés genuino y un compromiso firme con la administración adecuada del patrimonio del Viejo San Juan.

    El Viejo San Juan es una joya de nuestro patrimonio que merece ser cuidada y preservada con esfuerzo y dedicación. Este cuidado comienza al centrarnos genuinamente en las necesidades de quienes residen y trabajan allí. Atendiendo a estas necesidades, pronto podríamos ver un Viejo San Juan revitalizado, con una comunidad local más robusta que reside y disfruta del día a día en este entorno histórico.