Muchas palabras para buenos entendedores sobra la renuncia de Natalie Jaresko

Jaresko no es la mala de la película. Aquí les cuento mi lado de la historia.

En agosto del 2016 el presidente Obama nombró a los siete miembros de la Junta de Control Fiscal. El año anterior, en junio del 2015, había renunciado a mi puesto como Principal Oficial de Informática luego de que dicha oficina fuese eliminada mediante Orden Ejecutiva y a la misma vez, seleccionada como Agencia Gubernamental del Año por la Cámara de Comercio. La legislatura, particularmente la Cámara de Representantes liderada por Perelló y Tatito, no dieron paso a la aprobación del PS 614 que crearía la oficina digital mediante ley. A pesar de mi salida, me quedé comprometido con la gestión. Quedaba “unfinished business” por atender. 

Leí PROMESA* y ví en ella la oportunidad de implementar mecanismos para extraer, transformar y cargar (ETL por sus siglas en inglés) datos financieros en un sistema centralizado capaz de brindar eficiencia y transparencia en el manejo de las finanzas. En octubre del 2016 viajé por tercera vez al Code for America Summit y grabé un video con líderes de gobierno y del sector digital, para presentarle recomendaciones a la Junta Fiscal sobre cómo manejar el tema tecnológico.

Había que capacitar la Junta con personas de alto peritaje digital. De hecho, un esfuerzo de la comunidad ‘cívica digital’ de la cual soy parte estuvo muy cerca de lograr que Obama nombrara a Mikey Dickerson, co-fundador del US Digital Service, como integrante de la Junta. 

Entra una nueva administración
Días antes de comenzar su mandato, el gobernador-electo Ricardo Rosselló envió una misiva a la Junta Fiscal solicitando apoyo para reclutar miembros del US Digital Service para trabajar en Puerto Rico mediante la sección de PROMESA que les permite “detail federal employees to the fiscal authority.”
Poco después de iniciar su mandato, a menos de 100 días, recuerdo al CIO Luis Arocho decirme que iba a ser difícil lograr colaboración digital efectiva y que estaba “tirando a pérdida” cualquier gestión con el Departamento de Hacienda. En los primeros 100 días, el Secretario de Hacienda Raúl Maldonado despidió a quien era el Chief Information Officer de dicha entidad, Jose Luis de Jesús para favorecer contratos a sus allegados. 

Nuestros esfuerzos de digitalización en el lado financiero entonces se enfocaron en intentar capacitar a la Junta. Nombraron a Natalie Jaresko en marzo del 2017. Organizamos una actividad titulada “Dear Fiscal Board” donde invitamos a Tom Loosemore a Puerto Rico, co-fundador del servicio digital del Reino Unido, para hablar sobre los resultados del UK GDS. Invitamos a Jaresko, quien accedió y se sentó en la primera fila. No pudimos haber dado mejor presentación a Jaresko sobre la oportunidad que la digitalización presenta para Puerto Rico – aquí la charla de Tom Loosemore, al día de hoy, me dan escalofríos. 

Vi en Jaresko una persona extremadamente capaz y brillante en temas financieros pero además, clara en el rol de la Junta y lo que les corresponde hacer. De mi interpretación de PROMESA, entendía que podían hacer las cosas diferentes y más agresivas en cuestión de acceder, extraer e integrar los datos financieros de las agencias. La Junta lo veía de otra forma, particularmente sus abogados y consultores, los llamados “Mckinsey bots” que todo lo analizan y nada ejecutan. 

“You are alone in all of this” me dijo Jaresko en una ocasión, cuando sometía mis recomendaciones. Y la realidad es que en alguna medida lo estaba, aunque para mí no pareciera, pues siempre tuve apoyo y seguidores de la comunidad. Pero ante los grandes intereses, comenzando con Microsoft, no había forma de que las recomendaciones de este servidor fueran de mayor peso. 

La “Junta Dictatorial” era todo menos eso, al menos desde mi perspectiva. No pudo frenar el abandono del proyecto NEXT en la UPR. No pudo frenar las contrataciones a Microsoft en proyectos como Amplifund que resultó en una botadera de $10 millones ni la migración forzada a Office 365 en la UPR. No pudo frenar la contratación de Deloitte en Hacienda, botando sobre $50 millones de dólares en dos años para no entregar ABSOLUTAMENTE NADA del sistema de PRIFAS. Dieron paso a la aprobación de la renovación del contrato de licencias de Microsoft, el cual Herbert Lewy negoció pasándole el rolo al CIO de ese entonces, Luis Arocho. No frenaron el desmadre con el Single Business Portal que al día de hoy persiste, un problema creado por la Legislatura, el reglamento declarado nulo y un desarrollo hecho sobre una política mal diseñada. “Technology modernization without policy simplification is borderline useless” dice mi amiga y pasada Deputy CTO de los Estados Unidos, Jen Phalka. 

La Junta no detuvo estas contrataciones porque en sus ojos, no era su rol. Ellos no tenían ni control absoluto sobre las operaciones ni la capacidad tecnológica para frenar o detectar las movidas a tiempo. El gobierno podía seguir haciendo lo que les diera la gana. Los empleados de confianza que se reunieron con la junta eran marginalizados. Aquellos que lo hacían, era a escondidas. La Junta sí podía actualizar planes fiscales y dejar ver que se estaba descarrilando la contratación. Eso hicieron cuando al año siguiente en el próximo plan fiscal, reportaron sobre Microsoft que “cloud costs are spiraling out of control” y dieron las herramientas para comenzar a alterar los contratos.

Luego del paso del huracán María la comunidad cívica digital colaboró con la oficina de Administración de Asuntos Federales de Puerto Rico (PRFFA) para hacer un evento en la Capital. En el mismo participó Denice Ross, quien hoy es Chief Data Scientist de los Estados Unidos bajo la administración del presidente Biden. De este evento surgió una invitación de parte de Natalie para testificar frente a la Junta con nuestras recomendaciones. Luego de casi un año de esto, el progreso fue poco, pero se logró iniciar el desarrollo de Cesco Digital, el proyecto digital de mayor alcance al día de hoy. Aún así, buscando pasar la ley de PRITS, me motivé a publicar otro ensayo donde no aguanté mi pensar sobre la gestión de la Junta.

Lejos de marginalizarme por las críticas, con la junta siempre tuve audiencia en reuniones donde invitaban a miembros del tercer sector y/o sector privado a dialogar sobre diversos temas. Participé de tres juntes. En un momento Natalie me dijo “keep tweeting, it’s having an effect on people.” 

¿Cuántos aquí no callan por sus afiliaciones PNPPD, pues temen de ofender a sus líderes? Si no eres una foca, se enchisman y te cierran puertas.  No puedo decir lo mismo de Natalie Jaresko. El sector “privado”, ese que particularmente es una extensión contractual del gobierno, calla para no calentarse de quienes le dan la puyita o peor aún, pagan para poder entrar al juego. Aquí nadie tuvo que callar contra Jaresko ni cabildearle por un contrato y si solicitaban participar de algún junte,  no le negaban audiencia. Dictatorial es cuando sólo hay audiencia para las focas. 

El verano del 2019 abrió la puerta a pasar la ley PRITS, la cual la Junta Fiscal apoyó. Se creó la oficina tecnológica que muchos trabajamos por impulsar desde el 2012! 

Aquí prácticamente no hubo gobierno luego del verano del 19. No hubo visión. Curioso que la ley de mayor impacto digital para toda una generación la redactó el rep. Georgie Navarro al someter el PC 749 durante los primeros 100 días de la administración, y no fue hasta el verano del 2019 y muchos contratos más tarde, que lo aprobaron. Comparen ese proyecto con el PS 614 aprobado por el senado de Eduardo Bhatia en el 2015 y lleguen a sus conclusiones. Un esfuerzo bi-partita logró pasar la ley que dió paso a crear PRITS y encaminar desarrollos como Cesco Digital y VacuID. 

En el 2020 llegó la pandemia y el gobierno era todo ‘sobrevivir día a día’. Entre todo eso, la Junta presentó un plan fiscal con algo de visión digital. Con las elecciones a la vuelta de la esquina, utilicé el encierro para publicar mi libro, que presenté en octubre del 2020. Lo ví quizás como la última oportunidad que le daría a trabajar por mi país y encaminar lo que debería de ser PRITS bajo una verdadera agenda digital para PR. 

La primera persona en darme audiencia fue Natalie Jaresko. Miembros de su equipo de trabajo lo leyeron. Compartimos en una llamada junto a Aaron Snow, Chief Digital Officer de Canada, la visión presentada. El libro lo compartí con muchos líderes que respeto y aprecio. Algunos lo leyeron otros no. Entre los que me dieron audiencia resalto a Lucy Crespo, Manolo Cidre, Alexandra Lúgaro y Enrique Volckers, actual director de PRITS. Fuí crítico de este último cuando cuestioné un contrato otorgado, pero en su mayoría, he visto buenas intenciones y empoderamiento a la gente de mayor capacidad. Mis esfuerzos llegaron a muchos en posiciones de liderato y con eso, sentí que terminé con mi gestión. 

El futuro digital

Sobre el nombramiento de PRITS, Dalmau, no se qué espera. La falta de atención por parte su senado sería un acto de suicidio político en países como Estonia y el Reino Unido, donde la digitalización es prioridad. 

Sobre la agenda digital de Puerto Rico, pocos líderes la han dado la misma atención que Jaresko. Le regalé copias del libro a Juan Dalmau, Juan Zaragoza (nunca la buscó) y Francisco Parés, y aún espero poder discutirlo con ellos. Son personas bien intencionadas que no están a tono con las necesidades y/o capacidades de la era digital. Y Paquito, si me lees, entiende que SURI es mediocre y hay tantísimo más que podrías hacer. Menciono a Juan Dalmau porque de su colectividad demonizan a la junta fiscal pero desde mi perspectiva no he visto que dicha colectividad avance en estos temas tan importantes más de lo que lo hizo Jaresko. 

Si quieren encontrar un responsable, miremos a la Legislatura que nos sigue ahogando en problemas con los cambios en los permisos, los cambios a la ley electoral y los embelecos en el retiro por mencionar tres. Demonizar a la Junta y a Jaresko sin entender lo que nos trajo hasta aquí y los impedimentos que enfrentó, es un análisis superficial sobre lo que de verdad nos afecta como sociedad. TODO servidor público debería pasar por esta escuelita de servicio público en la era digital. 

A Natalie tengo solo que darle las gracias por su intento, apertura y esfuerzo. Pensé que podría ser diferente, pero hice mi parte para que así fuese. Las cosas no se dan sin uno no poner de su parte para que se hagan, no destruyendo ni gritando, sino construyendo y educando, particularmente cuando remas contra una corriente fuerte. 

Ya con esto me despido igual de este blog y de estar tan activo en estas gestiones. Síganme con urbital.io, mi nueva encomienda al iniciar mi década de los 40.