Recodificando a Puerto Rico

Presentaremos un conversatorio con Jennifer Pahlka, autora de Recoding America, “el libro que tódo legislador y servidor público debería leer” según Ezra Klein.

En Puerto Rico se habla mucho de planes. Se elaboran, se presentan y luego, o no se ejecutan o el resultado de la ejecución no es el deseado. Hay dos escuelas de pensamiento sobre los planes. Una es que se hacen de la manera más detallada posible para que todos puedan ver su rol en él y cubrir todas las necesidades. La otra es que un plan estratégico debe ser breve y mantenerse a un nivel alto para permitir la adaptación a lo largo del camino. Soy parte del segundo bando y así he ejecutado muchas encomiendas, sin embargo, cuando se trata de trabajos con el gobierno, es difícil convencer a otros a formar parte de este modelo de trabajo, en particular, a una legislatura que pretende definir todo mediante legislación o reglamento.

El nuevo libro de Jennifer Pahlka, Recoding America, expresa mi intuición de manera clara y contundente. Pahlka pasó años consultando con varias agencias gubernamentales, tanto a nivel federal como estatal. La lección principal del libro es la necesidad de reconocer que ejecutar la implementación es tan importante como diseñar la política pública; van de la mano y deben trabajar en conjunto.

En Puerto Rico, cuando se trata de implementación, hay una visión elitista a nivel legislativo. Allí entienden que hay gente para hacer el trabajo de implementación, pero no forman parte del diseño de la política pública.  La dirección se establece desde arriba. Luego se pretende que cada nivel inferior haga lo que se le dice. El defecto de este sistema, conocido como “waterfall”, es que equivale a un compromiso de todas las partes de no aprender nada, para no tener que modificar nada, mientras realizan el trabajo real. En la era digital, esa separación resulta en desarrollos costosos y no amigables para quien los consume.

Si a los gerentes de proyectos y consultores en agencias les dicen que hay dos bases de datos a las que tienen que conectarse, porque por ley una está adscrita al Departamento de Justicia y la otra a la Policía, pues así se trabaja. Esto puede resultar en tener hasta tres diferentes suplidores intentando interconectar un sólo sistema. La base de datos de delitos menos grave está en Policía. La de delitos graves está en Justicia. Los jefes internos siguen la regla de tener dos diferentes sistemas. Así, no se meten en problemas cuando tengan que rendir cuentas en la legislatura sobre lo que hicieron. Ellos siguieron el proceso. Que el proceso tenga algún sentido es asunto de otra persona. Cualquiera que haya trabajado en una gran organización pública sabe la verdad de esto.

Lo opuesto a un proceso “waterfall” es el proceso “agile”. Presenté esto en mi libro, “De la intención a la acción: Un plan para la digitalización de Puerto Rico” donde hablo sobre la necesidad de una “Comisión Digital” en la legislatura. En esa versión, los implementadores y planificadores trabajan juntos, construyendo de forma iterativa a medida que aprenden lecciones. Se hacen pruebas de cómo funcionaría el sistema que apalanca la ley. En un diseño ágil, los planes estratégicos son necesariamente más cortos. Nadie lo sabe todo, especialmente de antemano, por lo que es mejor elaborar planes que dejen espacio para aprender a lo largo del camino. Conversamos sobre ejemplos de cómo seguir este proceso en este evento de Rebuilding Puerto Rico luego del Huracán María, en New America, junto a Aaron Snow, pasado Chief Digital Officer de Canadá y Carlos Mercader. 

En su libro, Jen narra varias historias, desde solicitudes de servicio de desempleo y veteranos, hasta la programación de satélites al espacio. El enfoque de Pahlka nos hace ver cómo en el pasar de los años, capas de reglas engendran capas de regulaciones, que generan demandas de cumplimiento cada vez más exigentes. 

Los especialistas en programación y diseño deben formar parte de las discusiones en las etapas formativas. Las personas que realmente tienen que operar el software saben cosas sobre él que la gente puramente política no sabe. Hay que crear flujos de trabajo que permitan el aprendizaje y la mejora. Utilizar planes estratégicos para ayudar a las personas a comprender el por qué detrás de las decisiones, de modo que cuando tengan que adaptarse sobre la marcha, sepan en qué dirección ir. Y, por el amor de Dios, dejemos de confundir el cumplimiento al pié de la letra con el buen desempeño.

Pahlka se desempeñó como subdirectora de tecnología en la Casa Blanca de Obama y es la fundadora y exdirectora ejecutiva de Code for America, una organización sin fines de lucro que trabaja para mejorar los servicios digitales gubernamentales. A lo largo de su carrera, Pahlka se ha obsesionado con un área de la política que con demasiada frecuencia los formuladores de políticas ignoran: la implementación. Ella fue parte del esfuerzo para rescatar HealthCare.gov en 2013 y fue contratada por el gobernador Gavin Newsom en 2020 para ayudar a arreglar el sistema de seguro de desempleo de California mientras colapsaba bajo el peso de la respuesta de Covid.